Para los líderes de empresas en Chile, la Ley Karin (Ley 21.643) representa un hito en la protección de los trabajadores. Su objetivo es claro: fortalecer la prevención, investigación y sanción del acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo. Ante este cambio, es fundamental que tu empresa no solo cumpla con la norma, sino que entienda las implicancias prácticas para el bienestar y la productividad de sus equipos.
Clave 1: Nuevo Enfoque en la Prevención de Riesgos Psicosociales.
La Ley Karin va más allá de la sanción. Por primera vez en Chile, el acoso y la violencia laboral son considerados legalmente como un riesgo psicosocial, y la ley obliga a las empresas a tomar medidas de prevención. Esto implica que los empleadores deben identificar, evaluar y controlar los factores del ambiente de trabajo que puedan generar estrés o daño a la salud mental de los empleados. La responsabilidad se amplía a la creación de una cultura organizacional que proteja activamente el bienestar psicológico de los equipos.
Clave 2: Ampliación de las Conductas de Acoso y Violencia.
Un punto crucial para tu empresa es que la ley amplía la definición de acoso y violencia. Ahora, el concepto de acoso laboral incluye no solo a superiores, sino también a compañeros de trabajo y a terceros (como clientes o proveedores). Esto te obliga a ser más riguroso en la supervisión de todos los espacios y a establecer una cultura de respeto integral.
Clave 3: La Obligación de Contar con un Protocolo de Investigación.
Un punto vital para los gerentes es que la ley exige a las empresas integrar en sus reglamentos internos un protocolo de investigación y sanción. Este debe ser claro, confidencial y debe asegurar el debido resguardo de la identidad de las víctimas. Es un paso clave para demostrar que la empresa actúa con seriedad y está preparada para enfrentar estas situaciones de forma transparente y justa. Si buscas profundizar en los detalles de la ley, aquí puedes descargar la guía oficial del Gobierno que fue creada para ese fin.
El Aporte Silencioso del Entorno Físico.
Cuando la Ley Karin habla de un «ambiente laboral seguro y digno», no solo se refiere a políticas. El entorno físico juega un rol silencioso pero poderoso en la salud mental de los trabajadores. Un espacio de trabajo caótico o con falta de higiene puede generar estrés y ansiedad, factores que contribuyen a los riesgos psicosociales que la ley busca mitigar. La limpieza profesional en oficinas es una acción tangible para construir un ambiente que se sienta respetado y valorado.
La Limpieza como Aliada Estratégica en la Ley Karin.
El compromiso con la salud y seguridad se refleja en acciones concretas. Una gestión de la higiene que incluye la purificación de ozono para asegurar la calidad del aire interior o la limpieza corporativa de alfombras para eliminar alérgenos, son medidas que demuestran a tus equipos que la empresa invierte en su bienestar. Un socio experto en servicios de limpieza profesional, que ofrezca un mantenimiento básico de oficinas y opere con procedimientos de limpieza ecológica, se convierte en un aliado que entiende y apoya la cultura de respeto y seguridad que la normativa exige.
Al final del día, una empresa que valora la salud de su gente se nota en cada detalle. Bajo la Ley Karin, la limpieza profesional no es un extra, sino un reflejo tangible del compromiso con un ambiente de trabajo seguro, digno y productivo.